Hola acumaniacos! hoy vienen curvas chic@s, y sí, desde bien tempranito. Ya que como la
acupuntura es una técnica de la medicina tradicional china (medicina
alternativa), no todo el mundo está de acuerdo con ella. Yo soy de la opinión
de que hay que respetar las distintas percepciones y más cuando se trata de una
técnica que como tal su evidencia científica no está explotada y difundida
totalmente, con esto quiero llegar al escepticismo que la acupuntura encierra.

El médico Víctor Javier Sanz (Bilbao, 1950) acaba de
publicar el libro 'La acupuntura, ¡vaya timo! (Ed. Laetoli), en el que defiende
la prohibición de esta terapia basada en pinchar con agujas en determinados
puntos del cuerpo. El cardiólogo, médico de familia y miembro de la Sociedad
para el Avance del Pensamiento Crítico, que ya 'desmontó' la homeopatía en un
volumen anterior de la misma colección, denuncia que médicos titulados utilicen
esta técnica que se fundamenta en auténticos disparates. He aquí su entrevista:
-En la conclusión del libro, aboga por que se prohíba la
acupuntura...
-Es que la acupuntura es falsa, ineficaz y peligrosa. Por
bastante menos se prohíben fármacos en el mercado. Al menos, habría que impedir
que quien ejerce la acupuntura utilice el título de médico. Y no me estoy
inventando nada: en Suecia, tanto los homeópatas como los acupuntores pueden
tener su consulta, pero no ejercer como médicos titulados.
-¿Cuáles son esos peligros?
-Como en la homeopatía, son muy importantes los peligros por
omisión: estas terapias retrasan, interfieren y enmascaran los tratamientos
científicos. El caso más conocido es el de Steve Jobs, que tenía un cáncer de
páncreas y estuvo perdiendo el tiempo con el naturismo y la acupuntura, y
cuando quiso tratarse ya era tarde. He visto casos así en mi consulta. En la
acupuntura, además, el hecho de que te pinchen con una aguja supone otros
muchos riesgos. Se han descrito cientos de neumotórax, lesiones en la vejiga,
el hígado y la médula espinal, hemorragias intracraneales e infecciones de todo
tipo: hepatitis, sida, endocarditis bacteriana. Hay quemaduras, reacciones
alérgicas, rotura de agujas.
-¿Cómo es posible que un médico titulado aplique esta
terapia?
-Hay gente que tiene incapacidad para el pensamiento crítico.
La acupuntura es un sistema médico completo, aunque no tenga pies ni cabeza.
Hay intereses económicos y laborales: algunos no creen en la acupuntura, pero
sí creen en su cuenta corriente. Y también hay motivos ideológicos: hay quien
piensa que la medicina científica es agresiva, reduccionista, materialista...
Ellos están por encima de todo eso.
-¿Qué lugar ocupa la acupuntura en la medicina tradicional
china?
-Es un tratamiento entre otros muchos. Están los
tratamientos externos -como los masajes y la manipulación osteoarticular, la
acupuntura, las moxas, las sangrías...- y los internos -como las plantas
medicinales y la dietética-; todo es un conjunto. En las revistas médicas
hablan de la acupuntura para combatir el dolor, pero los chinos con eso intentan
curar todo, desde el sida hasta el alzheimer o la esquizofrenia.
-¿Por qué hay médicos que utilizan la acupuntura como método
para aliviar el dolor pero no aceptan el resto? ¿Es que esta parte tiene más
fundamento científico?
-Ahí está: es un engaño. Parasitan de la medicina
científica. En fisioterapia hay técnicas como la estimulación eléctrica de los
nervios, el TENS, con unas indicaciones muy precisas y en unos puntos muy
concretos. Y eso no tiene nada que ver con la acupuntura.
-Quizá el problema radica en aplicar ahora una técnica
basada en conocimientos previos a la medicina científica...
-Por supuesto. La medicina occidental hace mil años tenía
cosas tan peligrosas o más que la acupuntura: se hacían lavativas de tabaco y
unas sangrías brutales para combatir las infecciones, auténticas burradas. La
medicina científica nació hace 100 o 150 años y eliminó todos esos tratamientos
ineficaces y falsos. En cambio la medicina china persiste en ellos y los
recicla. Cuando se habla de un saber milenario solo quiere decir que es viejo.
Si no sirve para nada, habría que eliminarlo.
-¿Qué uso hacen los chinos actuales de su medicina
tradicional?
-La siguen utilizando. Hay que tener en cuenta que la
medicina científica es cara. Mucha gente me pregunta cómo es posible que la
Organización Mundial de la Salud permita e incluso fomente algunas medicinas
tradicionales. Es que en el Tercer Mundo no se pueden permitir el lujo de
construir hospitales y llevar enfermeras y médicos. Para procesos intermedios
que se curan solos, les engañan; pero para procesos importantes, ni la
acupuntura ni la homeopatía sirven para nada.
-¿Por qué en nuestra sociedad cada vez hay más gente
dispuesta a creer en las pseudomedicinas?
-Soy pesimista. La gente va a seguir acudiendo a las
pseudomedicinas mientras haya insuficiencias en la sanidad pública y en la
medicina científica y mientras la situación psicológica del paciente no cambie:
hay ciertas enfermedades, sobre todo crónicas o incurables, en las que es
humano intentar otra cosa. Y hay quien se aprovecha de eso. Habrá que hacer una
medicina mejor, y para ello hay que investigar más, no echar mano de una magia
de hace 23 siglos.
Ante todo, veis que puede haber posiciones muy extremistas como ésta sobre esta técnica. Tras leer esto, juzgar ustedes mismos, pero bases
científicas que avalen a la acupuntura las hay y cada vez son más.
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